El aceite de piñones (cedros) que crecen en Siberia ha sido utilizado durante muchos siglos por los lugareños (famosos por su buena salud y longevidad) para el tratamiento y la prevención de muchas enfermedades. Se consume en su forma pura, mezclado con hierbas siberianas, resina de pino, shilajit, etc.

Las legendarias propiedades del aceite de piñón siberiano han sido ignoradas por la medicina oficial y la farmacia durante muchos años, pero en los últimos años institutos científicos de todo el mundo han mostrado interés en este remedio natural único.

La atención principal de los científicos se centra en el estudio del ácido linolénico, que es único porque se encuentra únicamente en las semillas de las plantas coníferas. El aceite de piñones contiene una cantidad significativa de este ácido (más del 18%). Además de los conocidos ácidos oleico y pinolénico, el aceite de piñones contiene esceadónico, palmítico, esteárico, gadoleico, araquidónico, eicosatetraenoico (ETA), behénico y palmitinoleico.

Gracias a su rica composición, el aceite de piñón posee propiedades sorprendentes que pueden justificarse y explicarse con la ayuda de la ciencia moderna. ¿Qué dicen los científicos sobre las propiedades medicinales del aceite de cedro y el ácido linolénico incluido en su composición?

Actualmente, está científicamente comprobado que los productos que contienen ácido Pinolénico pueden utilizarse para controlar el peso, para controlar la ingesta de alimentos, el apetito y/o la pérdida de peso.

El principal mecanismo de acción de este ácido es estimular la liberación de las hormonas colecistoquinina (CCK o CCK-PZ) y péptido similar al glucagón-1 (GLP-1).

Después de comer, experimentamos una sensación de saciedad y satisfacción del hambre. En el cuerpo humano, existe una retroalimentación que interactúa con el cerebro, lo que provoca una sensación de hambre y saciedad. El mecanismo de aparición de esta conexión depende de muchas hormonas y otras sustancias secretadas en el intestino. El intestino participa en la cadena de hambre-saciedad mediante la secreción de dos hormonas importantes, la colecistoquinina (CCK) y el péptido similar al glucagón-1 (GLP-1).

La colecistoquinina suprime el apetito en los seres humanos. Cuando los alimentos parcialmente digeridos ricos en grasas y proteínas salen del estómago para ingresar al duodeno (la primera parte del intestino delgado), las células de la mucosa duodenal secretan CCK. A su vez, la CCK estimula al páncreas para que produzca numerosas enzimas para digerir los alimentos.

La CCK también actúa sobre la vesícula biliar para estimular la liberación de bilis hacia el intestino delgado, lo que provoca la descomposición de las emulsiones y las grasas. Lo más importante para el control del apetito es que la CCK actúa para ralentizar el vaciado del estómago y favorece la sensación de saciedad, suprimiendo el deseo de seguir consumiendo alimentos.

El péptido similar al glucagón-1 es otra hormona que forma parte del ácido pinolénico, que está estrechamente relacionado con la sensación de plenitud y saciedad. El GLP-1, que se libera en el intestino delgado en respuesta a las grasas y los carbohidratos, funciona en parte activando el mecanismo del "freno ilíaco".

La CCK y el GLP-1 son hormonas clave para controlar el apetito y la saciedad, y los estudios científicos demuestran que estas hormonas tienen efectos combinados que son más potentes que por separado (efecto sinérgico). Este es exactamente el efecto que puedes encontrar en un remedio natural único: el aceite de piñones.

Reducción de los niveles de colesterol, normalización del espectro lipídico sanguíneo y de la presión sistólica.

Estudios realizados por científicos japoneses han demostrado que el ácido pinolénico contenido en el aceite de piñones puede reducir el colesterol, normalizar el espectro lipídico de la sangre y afectar positivamente la presión sistólica.

Los productos alimenticios y los productos que contienen ácido pinolénico se recomiendan para el tratamiento complejo de enfermedades cardiovasculares, enfermedades de los vasos cerebrales y obesidad causada por hiperlipemia, así como diabetes causada por hiperglucemia.

Regulación de la producción de insulina en el organismo.

El GLP-1 también ayuda a controlar la salud de las células beta pancreáticas, que realizan una función importante en la producción de insulina en el cuerpo.

La actividad anormal de las células beta juega un papel clave en el desarrollo de la resistencia a la insulina, y los científicos creen que los tratamientos que aumentan los niveles de GLP-1 pueden ayudar a cambiar favorablemente el curso de las enfermedades diabéticas.

Tratamiento de la disminución de la actividad mental.

El ácido pinolénico no se convierte en ácido araquidónico metabólicamente y puede reducir el nivel de ácido araquidónico. Al reducir el nivel de ácido araquidónico, las neuronas del cerebro pueden funcionar con normalidad.

Existe la hipótesis de que el ácido araquidónico abandona la estructura de la membrana con una fuerte excitación, lo que como resultado conduce a daños en las neuronas, lo que provoca una disminución de la actividad mental.

Los científicos esperan que estos estudios ayuden a crear un mecanismo que en el futuro pueda incluso ayudar a las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer. Proporcionamos esta información con fines educativos y enlaces a investigaciones científicas disponibles públicamente en línea. Los artículos de investigación citados están enlazados directamente.

*Estas afirmaciones no han sido evaluadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos. Estos productos no están destinados a diagnosticar, tratar, curar ni prevenir ninguna enfermedad.

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